La Inseguridad y la polémica de como enfrentarla se ha convertido en el tema central de los habitantes de La Costa.
El constante incremento de la población viene acompañado por un incesante crecimiento de inseguridad, dado que los delitos aumentan, crecen las formas violentas de producción de los mismos y hay un relativo descenso en la edad de las personas que los cometen.En su mayoría estos delitos son contra la propiedad y las personas, comerciantes y/o estudiantes que descienden de los colectivos en ciertos horarios de desolación . Así comienzan a aparecer propuestas (frente a la presión de distintos sectores de la sociedad que reclaman soluciones inmediatas) que se confunden entre la verdadera preocupación por terminar con el problema y la búsqueda de rédito político.
Es verdad que la desocupación o la pobreza sumado al consumo de drogas conducen al delito, pero también es cierto que hoy las zonas afectadas por la violencia ya no discrimina estos dos problemas con mayor intensidad.
Hoy los vecinos temen salir de sus casas cuando se oculta el sol. La ausencia policial que padece La Costa colabora con estas medidas de prevención a las que los habitantes del lugar se están acostumbrando.Otros han preferido comprar armas para "defensa propia", y la minoría ha optado por contratar empresas de seguridad privada. Los comerciantes llegado cierto horario atienden por las ventanas y la mejor parte la llevan los herreros, ya que las rejas en las viviendas se han convertido en el boom del momento.
Los sectores más postergados son los más afectados por esta situación que, por falta de poder adquisitivo, están obligados a esperar respuestas de los organismos estatales competentes. En este sentido han surgido algunos proyectos, como el de las reuniones de vecinos autoconvocados, que supone la organización de estos en la lucha contra el delito.
La propuesta tiene defensores y detractores, pero, mientras tanto, lo cierto es que las experiencias de este tipo no han traído grandes resultados.
Los funcionarios del gobierno prometen medidas "rápidas y efectivas", pero sin prestar demasiada atención a los problemas de fondo: Proteger al ciudadano honesto
Desde distintos sectores se escuchan propuestas para solucionar el problema de inseguridad, para contener la creciente ola delictiva: Endurecer penas y excarcelaciones, construir mas cárceles y agrandar las existentes, bajar la edad de imputabilidad de los menores, darle mas herramientas a la policía...
Pero más allá de estas propuestas, lo cierto es que existe una importante
cantidad de ciudadanos que reclaman soluciones inmediatas pero definitivas.
En esta sociedad, podemos construir ciudadanía todos los días, sintiendo
que la inseguridad se genera no a partir de un hecho de violencia, -que por otra parte es otra pulsión de los humanos- sino cuando nuestros derechos y nuestros deberes, están en juego.
Hoy no tenemos la sensación de que nos van a asaltar, nos van a matar... tenemos la realidad de que la seguridad de una población de mas de 10000 habitantes está protegida por una subcomisaria con tres efectivos policiales por guardia, con un patrullero en estado deplorable y con promesas nunca cumplida de parte del gobierno de turno.
Rosa Mdza.